En Land Rover por Cameron Highlands
Plantaciones de té, el bosque musgoso y plantas carnívoras.

Si tuviéramos que elegir un vehículo para dar la vuelta al mundo sería un «Land Rover», se parece un poco a Edgardo, un poco tosco, no muy ágil pero con mucha fuerza, caminador y trepador. Y aunque ese es otro sueño siempre que subimos a un Land Rover disfrutamos mucho del momento. Y si además es durante todo el día por caminos desconocidos con un guía que sabe muy bien lo que dice, mejor todavía.
¿Sabías que siempre que vamos en una excursión en coche o 4×4 elegimos nuestros sitios estratégicamente?
Uno trata de subir primero y de sentarse delante, al lado del conductor para ver todo lo más que se pueda, a veces hasta es capaz de robarle el sitio al chofer con tal de que lo dejen conducir. El otro es aún más estratega. Si el camino a recorrer presenta acantilados, barrancos y precipicios, esperará la oportunidad para quedar sentado en la parte de atrás y en el medio de dos personas. Si la ruta es llana sin desniveles, no le quites el sitio de la ventana porque te muerde.
En Cameron Highlands, sentados estratégicamente, salimos de excursión. Objetivo: Conocer el Bosque Musgoso (Mossy Forest).
Si bien ya nos habíamos autobautizado en esto de los bosques malayos previamente por los senderos de Cameron Highlands, ahora teníamos la oportunidad de aprender que era cada cosa que veíamos y comprender un poco más el medio ambiente por el que caminábamos. Entramos a un sendero que sólo transitan pequeños grupos de senderistas y que son accesibles exclusivamente con guías autorizados. Las plantas se veían increíbles, parecía como si nos dieran la bienvenida a su casa. La humedad nos golpeaba en la nuca, el aire era pesado, difícil de respirar pero a la vez muy puro.
El bosque musgoso, como su nombre lo indica, está repleto de musgo. El bajo nivel de las nubes en una zona tan alta, sobre unos 2000 msnm, beneficia la humedad constante ideal para musgos, helechos, orquídeas, plantas carnívoras y líquenes. También serpientes, ranas e insectos.
El camino hasta la cumbre de Gunung Brinchang es bastante resbaladizo, son tan sólo unos 2 km. Un trayecto muy divertido, esponjoso y para embarrarse un poco. Por momentos parece un laberinto de película.
Conocimos unas plantas cuyas flores se asemejan a vasos, las «Monkey cups«, plantas carnívoras (insectívoras en realidad). Mi pregunta podría ser un poco tonta pero… ¿Será que los monos beben de estas flores? Sí, efectivamente se ha visto a monos tomando agua de lluvia acumulada en estas flores.
Mucho antes de que los británicos aparecieran con sus Land Rovers a los pobladores locales se les hacía un tanto difícil ir hasta un pueblo por medicinas, en caso que hubiera, así que se valían de las bondades de la naturaleza para sanarse o al menos retrasar los efectos de una enfermedad. Bajo la experiencia y conocimiento de nuestro guía, como si estuviéramos en un herbolario, olimos varias hojas de plantas medicinales, algunas olían a farmacia, otras un poco mas a veterinaria, pero hubo una que nos recordó nuestra niñez y a nuestras madres, al menos los que hemos tenido bronquitis, a Vick Vaporub.
En la parte mas alta del camino, sobre una roca que permitía ver las montañas y todo aquello que se moviera entre el bosque quedaba una pequeña columna de material, restos de lo que fuera un puesto de vigilancia de soldados neozelandeses que intentaban frenar a los “malayos rebeldes” en épocas de lucha por la independencia con el Reino Unido.
Dentro del bosque no nos podíamos imaginar a los neozelandeses peleando con malayos, nos dió la impresión de que había muchas más posibilidades de que apareciera un ejército de Elfos del Bosque persiguiendo orcos.
A las 5 de la tarde, como haría la Reina, llegó la hora de tomar el té. Bajamos por la carretera y cambiamos los altos árboles del bosque por las bajitas plantas de té.
El té como bebida, infusión, ceremonia, sabor, aroma y color nos gusta y mucho. De hecho los que nos conocen saben que somos mas teteros que cafeteros luego de nuestro tan querido mate amargo.
Lo que encierra el mundo de la producción de la bebida tradicional para los británicos, es en nuestra opinión mucho más sombrío de lo que imaginábamos.
¿Sabías qué…
Para producir té se han talado miles y miles de hectáreas de bosque musgoso autóctono modificando el ambiente y creando cambios de hábitos de especies animales y vegetales como los cuervos.
En épocas de la colonia británica eran las mujeres traídas desde India quienes con sus pequeñas y delicadas manos se dedicaban a la extracción de las mejores hojas para producir el té fino que se repartía para todas las colonias del Reino Unido.
Ahora son hombres que vienen de Bangladesh, Birmania, Filipinas y Nepal quienes en su mayoría trabajan durante 3 años sin días libres, ahorran todo el dinero que reciben (alrededor de 300€ por mes) para volver a sus países y comprarse una casa.
Pues, todo eso nosotros no lo sabíamos, y ahora se nos viene a la mente cada vez que tomamos un té.
De nuevo en Land Rover volvimos a nuestra casa en Tanah Rata. Y eso es sólo un poquito de todas las cosas que se pueden vivir en Cameron Highlands, nuestro lugar preferido en Malasia, al menos hasta que volvamos.
Datos útiles:
- Realizamos la excursión con la empresa Ecocameron, la excursión precisamente se llama: «Mossy Forest» y la conocimos gracias a Jay de Gerard´s Place.
- Duración: de 4 a 5 horas.
- Precio: 50 Ringgit Malayo, unos 12 Euros por persona.
- Los guías tienen mucho prestigio en la zona y realmente son muy profesionales.
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