La nueva normalidad y el turismo
Viajar con mascarilla
En estos días raros, tan turbulentos, la pregunta que más surge entre los viajeros y la comunidad turística en general es ¿Cómo va a ser viajar con el coronavirus? o ¿Cómo será el turismo después de la pandemia?. Por más que leo, escucho y miro noticias al respecto, no veo nada claro y me vienen a la mente varios interrogantes que les comparto e invito a opinar. ¿Cuál será la nueva normalidad turística?

Situaciones que ya no podrán ser igual.
Viajar en avión. Ahora tendremos que llevar mascarilla durante todo el trayecto, nos tomarán la temperatura antes de subir, evitaremos el contacto con todo lo que nos rodea. Sin embargo, ¿Qué sucede con los viajes de más de 4 horas?, según tengo entendido no recomiendan el uso de las mascarillas mas de ese tiempo, ¿Alguien se puso una? Soy yo o ¿Son incomodisímas? ¿Te imaginás un vuelo transoceánico con eso en la cara durante todo el viaje?
Y que pasa si te dá sueño y obviamente te quedás dormido y un leve movimiento del avión hace que tu brazo haga contacto con el brazo del pasajero de la butaca de al lado, listo, empezará la psicosis y chau medidas de prevención. ¿Ya no se podrá dormir en los aviones?
En el hotel. Imaginemos el desayuno buffet de toda la vida, ¿Alguien se va a animar a servirse esa medialuna que se ve apetitosa pero que no sabemos si la tocó otra persona antes? Y cuando me sirvo el jugo de naranja o el café ¿Quién lo tocó antes? ¿Se lavó las manos con jabón? ¿Tendremos alcohol en gel en todos lados?
Eso sí, mantendremos las distancias entre las mesas, no vaya a ser que un turista estornude y bueno, ya saben como sigue la historia.
Viajar con niños. Eso será un capítulo aparte.
¿Cómo le explico yo a mi hija que vamos de vacaciones pero no puede tocar nada? El tobogán, el subibaja y la hamaca serán piezas de museo que sólo se pueden observar a lo lejos. A la playa si, pero no podés salir de un área delimitada, ni jugar a la pelota, ni interactuar con otros niños que también quieren jugar.
La verdad es que tengo muchas más dudas ante una realidad que me afecta directamente, no sólo como aficionado a los viajes sino como profesional también.
Los cráneos del Turismo, la OMT (Organización Mundial del Turismo) y los grupos de investigación de las universidades del mundo estarán en este momento viendo maneras de darle forma a la nueva normalidad turística. Los turistas no son los únicos que deberán estar atentos a lo nuevo, los prestadores de servicios, los hoteleros, los gastronómicos y todos los que formamos parte del sistema turístico.
Lo principal será pensar en la economía, quien realmente se resiente ante uno de los sectores que mas aporta a los PBI o PIB (según el país). ¿Cómo se vuelve a generar beneficios y que la rueda del turismo vuelva a girar en este nuevo contexto?
¿Estaremos preparados para viajar ante la nueva normalidad turística?
Una de las medidas a las que más posibilidades le veo es la de potenciar los viajes de cercanías, sería algo así como el concepto de consume local, tan importante para los productores de alimentos, en este caso será «Viaja local» o «Viaja regional».
Haciendo un paralelismo entre el sector productivo y el turismo, Viajar local significa que tendremos la posibilidad de viajar por nuestro propio país o provincia o región política que cumpla las condiciones sanitarias de ser la mínima unidad segura de contagios.
Esta realidad va a implicar cambios de hábitos por parte de la oferta y la demanda pero puede tener satisfechas a ambas partes. El turista va a poder viajar y los prestadores turísticos van a poder mantenerse vivos ante la crisis.
Es algo que ya se está empezando a implementar, los países bálticos han creado ya la primer «Burbuja turística».

Nunca antes escribí tantos interrogantes en un mismo post. Todas estas incertidumbres son sólo algunas de las que todos tenemos. Volveremos a viajar, a planificar vacaciones, hay incipientes acciones que demuestran que el turismo va a levantar el bajón que dejó el Coronavirus. La importancia de este sector para la economía global va a resurgir desde la economía local. Esa es mi visión.
Totalmente de acuerdo, resulta muy difícil adaptarse a semejante cambio. No hay que desesperar y dejar que el tiempo y el ingenio nos ayude adecuar la vida en un plano distinto. Aceptemos que deberemos vivir de otra forma. Vivir por sobre toda dificultad.
Seguí escribiendo que lo haces muy bien y piensa en algún proyecto para recuperar el turismo. Saludos. Alfredo.