5 experiencias que no puedes perderte en un crucero

De todo lo que un viaje en crucero puede ofrecernos, las ganas y la curiosidad nos llevó a vivir nuestras experiencias y así fue como decidimos armar nuestro propio Top Five de experiencias en un crucero.

Nos gusta viajar… eso es más que obvio ¿no?… nos gusta navegar, nos gusta el movimiento. Pero sobre todas las cosas nos gusta coleccionar momentos. Momentos que algún día contaremos a nuestros nietos o ellos mismos los leerán en este blog. Disfrutar los pequeños momentos es tarea obligatoria cuando se esta de viaje. Es importante ser conscientes de que ese momento se diluye en tiempo pero no en el recuerdo y es por eso que estos cinco momentos los consideramos imperdibles.

1- Arribo y salida desde el puerto.

Según el destino, el ingreso al puerto puede convertirse en una experiencia única. Hay puertos un poco contaminados y otros que son toda una maravilla. Llegar a Kotor en Montenegro  o a Corfú en Grecia por barco tiene un encanto que sería imposible de conseguir por avión o por tierra. Navegar a baja velocidad un día soleado y en plena naturaleza reconforta los sentidos. Si estás de crucero deja ya de comer, vete a cubierta y disfruta de la llegada o de la partida. (por cierto, para esto es recomendable tener camarote con balcón, ¿Vale la pena pagar más por balcón? si indiscutiblemente). De eso se trata de coleccionar pequeños momentos. Esos momentos en los que dices: ¡Qué placer! gracias a la vida que puedo estar viviendo este momento con toda la intensidad que amerita.

2- Atardecer desde el mar 

Unas vacaciones en crucero están lejos de ser unas vacaciones relajadas entre tantas actividades abordo, bajar a tierra, recorrer ciudades y volver a tiempo al barco para seguir entre actividades, el tiempo de relax no abunda. Así que nada mejor que parar el tiempo, subir a lo más alto del barco, sentarse en una tumbona / reposera, si puede ser con un trago en mano mejor, buena compañía y el sol abandonando el cielo a través del mar, dejando paso a la noche para iluminar en otro rincón del mundo. Otro momento coleccionable en el Costa Classica. Aficionados y profesionales de la fotografía, este es el momento para inmortalizar.

3- Ir en dirección contraria a la masa.

Hay cruceros muy exclusivos y hay cruceros vacacionales de masa turística. Básicamente la diferencia entre unos y otros son el precio y los servicios. Imagina 1600 personas paseando al mismo tiempo por el barco. Esta bien que son grandes pero las aglomeraciones de gente son una molestia. Para eso hay que vivir la vida de cruceristas a contramano y por ejemplo: levantarse cuando todos duermen, no bajar en puerto o volver de tierra temprano. De esta forma podemos estar tranquilos y casi solos. Por lo general, como la gente se acuesta tarde nadie desayuna a primera hora. Es verdad que levantarse temprano en vacaciones no es la mejor idea pero desayunar navegando a primera hora y sin gente peleándose por una silla o un croisant bien merece la pena. Imagina también 2 jacuzzi dobles para 1600 personas. Imposible relajarte mientras tienes una cola de varias personas esperando para estar en tu lugar, sin dudas es estresante. Además el agua, aunque se recambie, es mejor ser los primeros en usarla. Así que la estrategia a seguir es: cuando todos enloquecen por bajar a tierra puedes quedarte en el barco a disfrutar de los servicios abordo para ti solo e inaugurar el agua y así lo hicimos. También otra opción es volver antes de la hora indicada de tu paseo por tierra y así también disfrutar del barco a solas.

4-Salir a cubierta en medio de la noche

La brisa del mar, el calor del verano y una luna llena es como sentirse en una película. Despedir el día con un paseo por la cubierta es la experiencia que no tienes que dejar de vivir si haces un crucero. Es el momento de reflexionar y pensar mientrás mirás por la popa. ¡Que increíble! ¿Cómo hace este aparato para flotar? o ¿A qué profundidad estará el fondo? Son momentos para valerse de la Luna y las estrellas para iluminar el horizonte y vivir un momento romántico.

5- Vestirse de gala y hacerse el James Bond en la barra del bar

El día de la cena de gala hasta puedes ponerte gomina en el pelo. Antes o después de la cena y como si fuera un juego de rol puedes jugar al millonario o al agente 007. Con todo el guardarropa encima te pides unos tragos en la barra. «Por favor apunte la cuenta al camarote 4066» , por unos segundos el dinero no importa ya vendrá el último día la cuenta de servicios y podrás agarrarte los pelos. Básicamente aplica una frase de mi madre: «¿Quién te quita lo bailado?».

«Haz lo que tengas ganas de hacer», no te vuelvas loco por hacerlo todo y lo más importante: