Avistaje de aves, una nueva afición
ECOTURISMO
En lo que respecta al trabajo existen dos tipos de personas, las que trabajan porque no queda otra y las que hacen su trabajo con pasión. Jordi de la empresa El Vuelo del Buitre, es de los más apasionados que hemos conocido, se le iluminan los ojos y levanta su voz con orgullo cuando habla de las aves y especialmente de las grullas de la Laguna de Gallocanta.
Así que ahí nos fuimos, en su furgoneta, los 8 bloggers del blogtrip #bcnTBmonasterio rumbo al encuentro con las aves.
Hicimos una primera parada en la Laguna de la Zaida, una depresión por la cual transitaba un tractor. En esta temporada la laguna se encuentra seca. Entre las dos poblaciones que habitan sus costas tienen un acuerdo por el cual cada año permiten inundar una u otra para poder sembrar cereales.
Seguimos por las rutas aragonesas y fue ahí donde se nos vino a la mente una idea, un concepto de viaje: “Por España sólo en carreteras nacionales”, las autopistas aburren. “El viajar no es sólo llegar, es también el desplazamiento”. Las carreteras nacionales españolas son la imagen real de España. Lo dejaremos pendiente para una próxima aventura y recorrer todo el país.
Paramos en dos Centros de Interpretación muy necesarios para comprender la magnificencia de la vida de las aves migratorias y el valor del ecosistema local: «Centro de Interpretación de la Reserva Natural Dirigida de la Laguna de Gallocanta» y el «Museo de las Aves».
El hecho curioso, es que en temas de la naturaleza no se puede planificar nada, esperábamos avistar grullas, pero lo primero que vimos y con mucha emoción fueron unos «chanchos jabalíes» que corrían cerca de la costa de la laguna.
El sol comenzó a bajar y los colores del paisaje se transformaron por completo. Se puede ver muy bien en la foto pero en vivo y en directo es una postal perfecta.
Entre voces se escuchaba: ¡Esto es España!, kilómetros y kilómetros por el mundo… y no conocíamos esta maravilla natural.
Llegó la hora de trasladarnos hacia otra parte de la laguna, desde donde avisaron a Jordi que unas horas antes las grullas se encontraban por allí. Con mucha expectación y en silencio escuchábamos aves que piaban y Jordi con su pasión y profesionalidad distinguía al momento de que especie se trataba. Nosotros nos mirábamos incrédulos pero asombrados (¡Cuánto sabe este tipo!).
¿Qué hacen estas grullas por la Laguna?
Estas grullas viajeras (podrían escribir un blog) atraviesan Europa tal como si fuesen un Boeing 747. La Laguna de Gallocanta es un lugar de paso, de reposo, tanto de ida como de vuelta para las grullas en sus rutas migratorias con dirección Norte – Sur. Es desde octubre a marzo cuando más de 40.000 grullas llegan al humedal, un verdadero espectáculo.
Jordi nos explicaba todos los detalles: escuchad, escuchad! ahora mismo se están comunicando entre sí… se están avisando donde están, donde dormirán… y nuestra compañera de viaje Carla, sin dudarlo, preguntó «pero Jordi…¿Tú hablas grullo?».
La noche caía, ya no veíamos Grullas, pero sabíamos que estaban ahí. Jordi nos contagiaba sus ganas, esa noche en el Monasterio de Piedra veíamos que entre todo el equipo viajero estaba creciendo una nueva afición: el avistaje de aves.
El Vuelo del Buitre cobra sentido.
Al día siguiente los buitres nos esperaban en Jaraba, el Cañón del Río Mesa. Según los especialistas hay unas 70 parejas de buitres Leonado y es por ello que se ha declarado zona especial de protección para las Aves (ZEPA).
Juli gritó: «Lo tengo… lo tengo divisado… esto es increíble… nunca pensé que un prismático y un buitre podría generar tanta emoción» …
«El Vuelo del Buitre», repentinamente cobró sentido. Es así como se llama la empresa de eco turismo y cultura que dirige Jordi y nunca podrían haber elegido mejor nombre. Ver a los buitres en pleno vuelo con sus alas desplegadas fue un momento único.
A la buena compañía le sumamos el experto. Podríamos pasar varios días de avistaje y de aquí se desprende una mini reflexión turística que no podemos dejar escapar: la profesionalidad y el valor de las cosas bien hechas. Cuándo hay pasión en lo que uno hace se transmite y eso aumenta notablemente la calidad de una experiencia. Gracias Jordi Pérez, “El vuelo del buitre” será un antes y después en nuestra mirada hacia el avistaje de aves.
Aquí con nuestros compañeros de aventuras de #bcnTB. Un equipo de viaje muy completo y sobre todo divertido: Carla Llamas, de La Maleta de Carla; Jorge Bonilla, Edgardo, Ana Varela; Pepe Pont, Juli, Diego Picallo y Vanessa Egea, de Volando Voy Viajes.
Datos útiles:
- No necesitas equipos para avistaje. El vuelo del Buitre dispone de todo el material necesario.
- Una buena opción es combinar la estadía con el Monasterio de Piedra y el Parque Natural.
- En la Laguna de Gallocanta la época dónde más grullas puedes encontrar va desde octubre a marzo.
Genial, ¡qué ganas de volver y repetir la experiencia! Además, a estas alturas, la laguna de Gallocanta tiene que estar repleta de grullas 🙂